TEATRO POR DENTRO: LA COMEDIA DEL ARTE V

ESTRUCTURA DEL ESPECTÁCULO

Al comienzo de la representación se explicaba el argumento de la representación, incluso con la presencia de los personajes principales para facilitar su reconocimiento en el transcurso de la acción.

Los temas de las comedias parten de un núcleo que es una historia de amor que tiene que vencer obstáculos para materializarse. Pero el desarrollo puede incluir drama, comedia, tragicomedia e incluso tragedia

A continuación se iniciaba la obra que, habitualmente, constaba de tres actos. A lo largo de los cuales se desarrollaba (y se “enrollaba”) a base de malos entendidos, mentiras, peleas, duelos…todo ello adobado con músicas y canciones, mimo y acrobacias….

Las obras se basaban en un canovacci (argumento, guion a partir del cual improvisar los diálogos y las acciones). El uso de la improvisación sobre canovaccio permitió evitar la censura porque los censores no pueden censurar lo que no está escrito. Dado que el diálogo se improvisó casi en su totalidad en el escenario, los actores y las compañías de teatro podían salirse con la suya casi con cualquier cosa.

La primera acepción de la palabra hace referencia a un pedazo de tela que servía de guía durante el trabajo de crear entramados en la fabricación de tejidos.

Un ejemplo de canovacci podría ser:

[-Sale a escena un rico veneciano y alaba las alegrías del amor.

-Recibe una carta que le arranca momentáneamente del lado de la hermosa cortesana.

-Pantalón y su criado Zanni cortejan a la abandonada.

-Un noble español aparece como el rival más privilegiado.

-Escenas de confusiones y palizas, serenatas mal dirigidas, batallas quijotescas se atropellan entre sí.

-Al final hay una pacífica reconciliación, y actores y espectadores se unen en un baile italiano.]

Al fondo del tablado, tras el foro, se colocaba un libreto en donde los actores cotejaban las entradas y salidas que debían efectuar.

Si el intérprete se encontraba a gusto, al igual que los toreros, podía adornarse con tics, gestos y recursos propios, que de algún modo modificaba la escena sin variar el desarrollo de la trama. Estos recursos eran los llamados “lazzi”: escenas más o menos breves, con burlas, con mimo, con saltos…, que enriquecían o recargaban la representación. Se han inventariado algunos de los más celebrados lazzi: la pulga que pica, la mosca cazada, la merienda de aceitunas o cerezas cuyos huesos se tiran hacia otro personaje, tartamudeo…