lunes, 21 de diciembre de 2020

EL TEATRO EN ROMA II

 ACTORES

Los actores actuaban con máscaras de características muy marcadas lo que facilitaba la comprensión, por parte del público, del personaje al que estaban interpretando. A excepción del mimo, solo actuaban hombres los cuales interpretaban también los personajes femeninos.



Aparte de las atelanas, piececitas satíricas de origen etrusco, cuya representación se reservaron los jóvenes romanos, las obras dramáticas de importación griega eran representadas por extranjeros y esclavos o, en el mejor de los casos, libertos por lo que no inspiraban demasiado respeto; aunque no debiéramos de perder de vista el hecho de que los esclavos romanos podían tener una educación esmerada.

Estaba legalmente instituido que tuvieran limitada su capacidad jurídica por el hecho de ser actores. Se reunían en compañías,
Algunos hicieron fortuna y gozaron de gran fama aunque ésta, como ha seguido sucediendo a lo largo de los tiempos, estuviera de alguna manera relacionada con la trasgresión de la moralidad imperante.

El hecho de utilizar máscara facilitaba el que un actor interpretara varios personajes. Estos actores, normalmente 4 ó 5, formaban compañías teatrales conocidas como greges o catervae, junto a músicos y cantores haciendo giras por las distintas ciudades. Estas compañías tenían un funcionamiento muy similar a las compañías teatrales que recorrían Europa en el medievo y en los siglos posteriores.
Los actores recibían dinero por sus actuaciones en relación a su fama; normalmente este salario solo les alcanzaba para sobrevivir.


A este respecto es curioso el caso de los grupos que representaban “Atellanas” (farsa de personajes fijos -Maccus, Buccus, Pappus…- sin texto, en la que los actores improvisaban gestos y diálogos) que han sido comparados a los que hacían la “Commedia dell”Arte” con personajes como Polichinela, Colombina o Arlequín.

El público pedía cada vez más verosimilitud en los espectáculos; se cuenta que en una ocasión se sustituyó al actor que hacía el papel de Hércules por un condenado a muerte que fue quemado vivo en la hoguera ante la mirada de los espectadores


Poco a poco el teatro se iba quedando más en un espectáculo primando más las habilidades circenses de los intérpretes lo que llevó a la sustitución de la obra clásica de teatro por una sucesión de escenas cómicas, espectáculos de mimos, circo…, y los actores sustituidos por payasos y volatineros.

Cicerón se preguntará:
“¿Qué belleza hay, decidme, en ver desfilar seiscientos mulos en Clitemnestra, en pasear ante nuestros ojos mil copas en El caballo de Troya, y en emplear en no sé qué combate todas las armas de la infantería y de la caballería?”



 

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