EL TEATRO EN EL SIGLO XX (I)
En este siglo se produce, en el teatro, una reacción
frente a los usos y abusos naturalistas que podemos acotar en las siguientes tendencias:
Teatro
simbolista: El teatro simbolista trataba de sustituir toda la parafernalia naturalista
y realista por una espiritualidad que emana del texto y de la interpretación,
con un mínimo de escenografía. El teatro simbolista pretende crear en la escena
atmósferas poéticas. A menudo esto producía una cierta lentitud en el devenir
de la acción teatral.
El máximo representante de esta tendencia en el
plano europeo es Meyerhold. Se puede considerar una innovación revolucionaria,
que se aparta del realismo y del naturalismo, su aportación de la
interpretación frontal de cara al espectador.
Obliga a los actores a actuar de cara al público.
Para el público resulta sorprendente durante los primeros momentos pero se
acostumbra enseguida una vez ve las primeras escenas. Para los actores que
dialogan es un problema porque no hablan de cara al interlocutor y deben saber
en todo momento los gestos y las reacciones del otro personaje sin verlo.
Teatro expresionista: Se trata de una tendencia que busca presentar una realidad
distorsionada, deformada. En estas obras se acentúa la teatralidad de la
escenografía –uso exagerado de luces y sombras- y de la interpretación para que
la obra no pueda caer en un realismo fácil.
En el teatro expresionista predominó la temática
sexual y psicoanalítica, quizá por influencia de Freud, cuya obra “La
interpretación de los sueños” apareció en 1900. Asimismo, los protagonistas
solían ser seres angustiados, solitarios, torturados, aislados del mundo. Uno
de los más destacados representantes de esta estética fue el productor y director
teatral Max Reinhardt.
Experimentó con la iluminación, creando juegos de
luces y sombras, concentrando la iluminación en un sitio o personaje para
captar la atención del espectador
El teatro del
absurdo: Esta tendencia teatral tiene su origen en Francia a partir de la
década de los 50 con autores como Eugene Ionesco, Samuel Beckett, Jean Genet…
(aunque ninguno de ellos es francés, son dramaturgos vinculados a Francia de
una u otra manera).
Algunos caracteres que definen el teatro del absurdo son los
que siguen:
- El hombre se encuentra perdido en un mundo absurdo.
- Angustia ante la muerte y la nada posterior.
- Deliberado abandono de una construcción dramática racional, propiciando situaciones ilógicas
- Personajes incoherentes.
- Presentación de una realidad grotesca y una falta de división clara entre fantasía y realidad
- Mezcla de lo ridículo y de lo trágico, de la angustia y de la burla.
- Lenguaje ilógico: frases sin sentido, descontextualizaciones, incoherencias...
Teatro
surrealista: Pretende romper con el teatro realista mediante la
introducción de lo ilógico, del absurdo y lo irracional. En esta forma pueden
ser destacados algunos autores españoles, como García Lorca, con sus obras “El
público” y “Así que pasen cinco años”.
En realidad casi todas las tendencias del siglo XX -el teatro simbolista, el teatro de la crueldad, el del absurdo …- tienen bastante de surrealista. A partir de Freud el arte en sus múltiple facetas se relaciona con el surrealismo.
En realidad casi todas las tendencias del siglo XX -el teatro simbolista, el teatro de la crueldad, el del absurdo …- tienen bastante de surrealista. A partir de Freud el arte en sus múltiple facetas se relaciona con el surrealismo.
Teatro
experimental: En la última parte de este siglo aparecen una serie de grupos
entregados a la búsqueda de nuevas formas al margen de lo que es el teatro
comercial.
- Aprovechamiento de elementos de otro tipo de espectáculos (el circo, el cabaret, los títeres, el cine…)(2.138) (2.139)
- Ruptura de la tradicional separación entre escenario (actores, representación) y sala (público, contemplación), haciendo participar al espectador en la representación.
- Sacar el espectáculo de los locales tradicionalmente dedicados al teatro (calle, naves, mercados…).
Entre los cultivadores de estas tendencias experimentales
destaca el llamado “Living Theatre”.
MIS FUENTES:
HISTORIA BASICA
DEL ARTE ESCENICO
CESAR OLIVA ,
CATEDRA, 2005
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