En lo que llevamos de este siglo XXI el teatro continúa en
la línea de las últimas décadas del XX. Si hubiera que clasificarlo yo lo
calificaría como continuación de la experimentación pero siempre dotado de un
gran eclecticismo:
- Podemos asistir tanto al espectáculo dotado con una gran escenografía como al de escenografía más minimalista.
- Mezclar escenografía naturalista y abstracta.
- Gran utilización de la luz para crear distintas atmósferas o ambientes, incluso para subrayados sicológicos de la acción.
- Aprovechamiento de los nuevos materiales (poliespam, plástico, fibras artificiales ….) por su facilidad y maniobrabilidad para crear volúmenes escenográficos
- Incorporación de las nuevas tecnologías
- Tanto para el perfecto control y sincronización de luces y efectos de sonido; Como para su directa utilización:
- Simulación de emisiones de televisión.
- Simulación de paisajes a través de ventanas.
- Paso de imágenes de paisaje a través de una ventanilla para conseguir el efecto de ir dentro de un vehículo.
- Consecución de espectaculares decorados que son meras proyecciones .-figurativas o abstractas-…
- La adopción casi unánime del Acto único de 1 hora. En caso de más actos o más duración, los cambios de escena se hacen “a la vista” y sin descanso. (aprovechando las posibilidades de luces, tecnologías y materiales).
- La gran importancia que se le otorga a la expresión corporal en todas sus vertientes –gestual, mimo, danza, agilidad-. Los actores/actrices adquieren una gran preparación en escuelas, talleres, gimnasios, clases de dicción, de canto… siguiendo una preparación continua.
Fin
MIS FUENTES:
HISTORIA BASICA
DEL ARTE ESCENICO
CESAR OLIVA ,
CATEDRA, 2005
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