EL TEATRO ISABELINO
Uno de los mejores teatros de todos los tiempos, el
teatro isabelino, nace en Londres bajo el reinado de Isabel I (comienza en
1558). Poetas y comediantes dan sesiones en las tabernas constituyendo el
germen de lo que se daría en llamar “teatro Isabelino”.
El mayor de los dramaturgos isabelinos fue WilliamShakespeare. Casi todas sus obras continúan hoy representándose y son fuente de
inspiración para numerosos experimentos teatrales, pues comunican un profundo
conocimiento de la naturaleza humana, ejemplificado en la perfecta
caracterización de sus variadísimos personajes.
Nace en 1564, dedica
toda su vida al arte de la escena: como actor, director, administrador y
coempresario de “El Globe” (edificio emblemático del teatro isabelino).
Cuando Shakespeare se inició en la actividad teatral,
ésta se encontraba sufriendo los cambios propios de una época de transición. En
sus orígenes, el teatro en Inglaterra era un espectáculo de tipo popular, asociado
a otras diversiones extendidas en la época como el bear baiting (pelea de un
oso encadenado contra perros rabiosos). Sus raíces se encuentran en la etapa
tardomedieval, en una triple tradición dramática: los "milagros " o
"misterios" (mystery plays), de temática religiosa y destinados a
solemnizar las festividades de los diferentes gremios; las "obras
morales" (morality plays), de carácter alegórico y representadas ya por
actores profesionales: y los "interludios cortesanos", piezas
destinadas al entretenimiento de la nobleza.
Londres tuvo, durante el periodo isabelino, una decena de
teatros permanentes. Se trataba de teatros de madera, o de madera y
ladrillo, solían ser poligonales, con tendencia a la forma circular.
Constaban de patio, al aire libre, en el que el
público seguía la representación de pie, y dos o tres pisos de galerías.
Esta disposición recordaba la de las posadas inglesas
de dos o más pisos, en los que las galerías daban acceso a las habitaciones de
huéspedes.
La capacidad de los mejores de estos teatros andaba en torno
a los dos mil espectadores.
El escenario consistía en una plataforma cuadrada de
unos catorce metros de ancho por nueve de fondo Allí tiene lugar la casi
totalidad de la acción dramática,
aunque, por encima de esa plataforma,
existe una galería que puede acoger a otros actores y músicos.
Esa galería era utilizada para las escenas de balcón
(Romeo, y Julieta), pero también podía simular una muralla vigilada por
soldados (Macbeth).
También había trampillas (escotillas) en el suelo del
escenario, en las que pueden haberse desarrollado escenas sepulcrales (Hamlet)
y apariciones desde abajo.
Dada igualmente la altura con la que cuentan los teatros
ingleses, también se usó el piso superior para la instalación de maquinarias
con las que habían de realizarse descensos de actores o de accesorios.
Es rara la presencia de decorados propiamente dichos;
estos teatros echan mano de elementos decorativos esquemáticos para indicar el
lugar de la acción:
Si los personajes llevan antorchas en la mano es que
se trata de una escena nocturna;
simples arbustos en macetas nos trasladan a un bosque;
el trono sitúa la acción en palacio;
la corona será símbolo de realeza, etc.
Esta ausencia de decorado y, por consiguiente, de
localización referencial de la acción, es suplida por el propio texto,
encargado de decir dónde se sitúa en cada momento la acción. Cuando el
dramaturgo no lo indicaba así, solía hacerlo el actor de turno.
Este procedimiento permitía gran agilidad en la acción,
evitando interrupciones entre escenas. En alguna ocasión se empleaban carteles
y anuncios..
Si el decorado no pareció inquietar a los empresarios
de los teatros públicos, sí rivalizaron éstos en el vestuario de las compañías,
que solía ser particularmente magnífico en las tragedias.
A la muerte de Isabel I, en 1603, llega al poder
Jacobo I El lujo y ostentación eran signos del absolutismo real. Jacobo I
trasladó este boato al teatro de la Corte. Su reinado representó el auge de las
llamadas mascaradas, consistentes en espectáculos de gran tramoya, en los que
eran más importantes los aspectos visuales que los textuales.
La mascarada fue un espectáculo exclusivamente
cortesano en el que destacaban la coreografía, vinculado en torno a una
alegoría de la relación entre el soberano y sus súbditos o de un éxito político
o algún acontecimiento relevante para la monarquía o alguno de sus miembros. En
este tipo de eventos se vislumbraban fastuosos despliegues de efectos
especiales y la inclusión de la música, danzas, cantos, buscando un impacto
sensorial que prevalecía indudablemente sobre el lenguaje. Se escribían por
encargo de la corte con ocasión de algún festejo o una celebración específica y
su intención primordial era la de alabar las conquistas y los logros de su
monarca.
MIS FUENTES:
https://docs.google.com/document/d/1Ik0PGzqNDvC7Fio2kE1EpNWNS-5mc-lOOWVa2tsm5vo/edit
http://www.nicolacomunale.com/teoria.escenica/his_teor_esc.html#1
HISTORIA BASICA DEL ARTE ESCENICO
CESAR OLIVA , CATEDRA, 2005
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