domingo, 15 de junio de 2014

HISTORIA XIII


EL TEATRO ISABELINO

Uno de los mejores teatros de todos los tiempos, el teatro isabelino, nace en Londres bajo el reinado de Isabel I (comienza en 1558). Poetas y comediantes dan sesiones en las tabernas constituyendo el germen de lo que se daría en llamar “teatro Isabelino”.

El mayor de los dramaturgos isabelinos fue WilliamShakespeare. Casi todas sus obras continúan hoy representándose y son fuente de inspiración para numerosos experimentos teatrales, pues comunican un profundo conocimiento de la naturaleza humana, ejemplificado en la perfecta caracterización de sus variadísimos personajes.

Nace en 1564, dedica toda su vida al arte de la escena: como actor, director, administrador y coempresario de “El Globe” (edificio emblemático del teatro isabelino).

Cuando Shakespeare se inició en la actividad teatral, ésta se encontraba sufriendo los cambios propios de una época de transición. En sus orígenes, el teatro en Inglaterra era un espectáculo de tipo popular, asociado a otras diversiones extendidas en la época como el bear baiting (pelea de un oso encadenado contra perros rabiosos). Sus raíces se encuentran en la etapa tardomedieval, en una triple tradición dramática: los "milagros " o "misterios" (mystery plays), de temática religiosa y destinados a solemnizar las festividades de los diferentes gremios; las "obras morales" (morality plays), de carácter alegórico y representadas ya por actores profesionales: y los "interludios cortesanos", piezas destinadas al entretenimiento de la nobleza.

Londres tuvo, durante el periodo isabelino, una decena de teatros permanentes. Se trataba de teatros de madera, o de madera y ladrillo, solían ser poligonales, con tendencia a la forma circular.

Constaban de patio, al aire libre, en el que el público seguía la representación de pie, y dos o tres pisos de galerías.

Esta disposición recordaba la de las posadas inglesas de dos o más pisos, en los que las galerías daban acceso a las habitaciones de huéspedes.
La capacidad de los mejores de estos teatros andaba en torno a los dos mil espectadores.

El escenario consistía en una plataforma cuadrada de unos catorce metros de ancho por nueve de fondo Allí tiene lugar la casi totalidad de la acción dramática,

aunque, por encima de esa plataforma, existe una galería que puede acoger a otros actores y músicos.

Esa galería era utilizada para las escenas de balcón (Romeo, y Julieta), pero también podía simular una muralla vigilada por soldados (Macbeth).

También había trampillas (escotillas) en el suelo del escenario, en las que pueden haberse desarrollado escenas sepulcrales (Hamlet) y apariciones desde abajo.
Dada igualmente la altura con la que cuentan los teatros ingleses, también se usó el piso superior para la instalación de maquinarias con las que habían de realizarse descensos de actores o de accesorios.
Es rara la presencia de decorados propiamente dichos; estos teatros echan mano de elementos decorativos esquemáticos para indicar el lugar de la acción:

Si los personajes llevan antorchas en la mano es que se trata de una escena nocturna;
simples arbustos en macetas nos trasladan a un bosque;

el trono sitúa la acción en palacio;
la corona será símbolo de realeza, etc.

Esta ausencia de decorado y, por consiguiente, de localización referencial de la acción, es suplida por el propio texto, encargado de decir dónde se sitúa en cada momento la acción. Cuando el dramaturgo no lo indicaba así, solía hacerlo el actor de turno.

Este procedimiento permitía gran agilidad en la acción, evitando interrupciones entre escenas. En alguna ocasión se empleaban carteles y anuncios..
Si el decorado no pareció inquietar a los empresarios de los teatros públicos, sí rivalizaron éstos en el vestuario de las compañías, que solía ser particularmente magnífico en las tragedias.

A la muerte de Isabel I, en 1603, llega al poder Jacobo I El lujo y ostentación eran signos del absolutismo real. Jacobo I trasladó este boato al teatro de la Corte. Su reinado representó el auge de las llamadas mascaradas, consistentes en espectáculos de gran tramoya, en los que eran más importantes los aspectos visuales que los textuales.

La mascarada fue un espectáculo exclusivamente cortesano en el que destacaban la coreografía, vinculado en torno a una alegoría de la relación entre el soberano y sus súbditos o de un éxito político o algún acontecimiento relevante para la monarquía o alguno de sus miembros. En este tipo de eventos se vislumbraban fastuosos despliegues de efectos especiales y la inclusión de la música, danzas, cantos, buscando un impacto sensorial que prevalecía indudablemente sobre el lenguaje. Se escribían por encargo de la corte con ocasión de algún festejo o una celebración específica y su intención primordial era la de alabar las conquistas y los logros de su monarca. 


MIS FUENTES:
https://docs.google.com/document/d/1Ik0PGzqNDvC7Fio2kE1EpNWNS-5mc-lOOWVa2tsm5vo/edit

http://www.nicolacomunale.com/teoria.escenica/his_teor_esc.html#1

HISTORIA BASICA DEL ARTE ESCENICO

CESAR OLIVA , CATEDRA, 2005


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