ESPACIO ESCÉNICO
El espacio escénico marca la diferencia entre
el teatro medieval y el del Renacimiento. Pasamos de un teatro itinerante
–puertas de las iglesias, plazas y mercados-, a espacios propios y estables
–aunque al principio fueran muy rudimentarios- para las representaciones, los
ensayos y la elaboración de la pieza teatral.
Por un lado las creaciones más populares
tendrán por espacio escénico las corralas de vecinos y los patios de las
posadas; de otra parte, una tendencia más elitista, se desarrollará en recintos
creados exprofeso en los palacios de la aristocracia. Hay noticias de que, ya
en el siglo XV, aristócratas y príncipes de la Iglesia se hacían preparar
espacios escénicos en sus palacios.
Al disponer de recintos estables nacieron en
ellos compañías teatrales con personalidad propia y se propició la
profesionalización de los actores, dejando atrás la participación ocasional de
aficionados que eran contratados para una representación puntual.
De 1585 data el célebre Teatro Olímpico de
Vicenza diseñado por Andrea Palladio siguiendo las directrices de Vitruvio. Es
el primer edificio de teatro cubierto con tejado en la historia moderna, además
de ser también el primer teatro cerrado del mundo.
El proscenio era rectangular, elevado metro y
medio sobre la antigua orchestra, que separaba escenario y gradas. Tenia una
decoración fija con cinco entradas, tres al fondo y dos a los lados, cada una
de las cuales disponía de un forillo (telón
de menor tamaño que se sitúa en la parte trasera de la abertura del decorado
principal), auténtica vista de calle que se introducía en el interior de la
escena. Un anfiteatro semicircular con catorce escalones, y capacidad para tres
mil espectadores, estaba coronado por un pórtico.
Este modelo de teatro que, con ligeras
variaciones, derivaría en lo que se ha llamado “teatro a la italiana” se iría
extendiendo y tomado por modelo exclusivo por toda la geografía teatral, siendo
vigente aún en la actualidad.
Sin embargo esto aún tardaría en producirse;
así, en el caso español, el sitio habitual en el que se desarrolló buena parte
del teatro del siglo de oro fueron los “Corrales de Comedias”. Los corrales
eran los patios interiores que separaban – o unían- las casas de vecinos en
España.
Adosado al fondo del patio se colocaba un tablado elevado en
el que tenía lugar la representación. A los lados del escenario se construían
gradas y aposentos para gente principal, incluso un lugar especial para las
mujeres llamado “cazuela”.
El centro del corral era utilizado por el
pueblo que seguía la representación de pie; también se utilizaban las ventanas
y balcones de las casas como palcos para gentes con posibles. El local estaba
desprovisto de tejado aunque, en ocasiones, se llegó a construir un tejadillo
para proteger la escena y, con el tiempo, se dotó al patio de toldos para
proteger del sol y del exceso de luz.
La estructura del teatro isabelino era
similar, aunque el espacio aprovechado solía ser el patio descubierto de las
grandes posadas. Esta estructura fue respetada en los primeros edificios
construidos expresamente para teatro; su planta era poligonal tendiendo a
circular.
Constaban del patio central; alrededor del
tablado adosado a la pared del fondo si situaba el público de pie y en las galerías el público sentado.
Alguno de estos teatros llegó a tener una
capacidad próxima a los dos mil espectadores, siendo el caso más representativo
el Globe por ser el recinto utilizado por Shakespeare y su compañía.
Avanzado el tiempo comenzaron a construirse
teatros con techado y con asientos para todos los espectadores, dando lugar al
teatro “a la italiana”.
FUENTES:
https://docs.google.com/document/d/1793Uno3HZGSCrTKgEY2TWNVfzwvrhm8BZpxm7m5rYog/edit
http://es.scribd.com/doc/178581924/Trabajo-Practico-04-RENACIMIENTO
http://arteescenicas.wordpress.com/2009/11/22/unidad-didactica-ii-3-teatro-renacentista/
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