domingo, 20 de junio de 2021

TEATRO DEL RENACIMIENTO II

 

ESPACIO ESCÉNICO

El espacio escénico marca la diferencia entre el teatro medieval y el del Renacimiento. Pasamos de un teatro itinerante –puertas de las iglesias, plazas y mercados-, a espacios propios y estables –aunque al principio fueran muy rudimentarios- para las representaciones, los ensayos y la elaboración de la pieza teatral.


Por un lado las creaciones más populares tendrán por espacio escénico las corralas de vecinos y los patios de las posadas; de otra parte, una tendencia más elitista, se desarrollará en recintos creados exprofeso en los palacios de la aristocracia. Hay noticias de que, ya en el siglo XV, aristócratas y príncipes de la Iglesia se hacían preparar espacios escénicos en sus palacios.


Al disponer de recintos estables nacieron en ellos compañías teatrales con personalidad propia y se propició la profesionalización de los actores, dejando atrás la participación ocasional de aficionados que eran contratados para una representación puntual.

De 1585 data el célebre Teatro Olímpico de Vicenza diseñado por Andrea Palladio siguiendo las directrices de Vitruvio. Es el primer edificio de teatro cubierto con tejado en la historia moderna, además de ser también el primer teatro cerrado del mundo.


El proscenio era rectangular, elevado metro y medio sobre la antigua orchestra, que separaba escenario y gradas. Tenia una decoración fija con cinco entradas, tres al fondo y dos a los lados, cada una de las cuales disponía de un forillo (telón de menor tamaño que se sitúa en la parte trasera de la abertura del decorado principal), auténtica vista de calle que se introducía en el interior de la escena. Un anfiteatro semicircular con catorce escalones, y capacidad para tres mil espectadores, estaba coronado por un pórtico.


Este modelo de teatro que, con ligeras variaciones, derivaría en lo que se ha llamado “teatro a la italiana” se iría extendiendo y tomado por modelo exclusivo por toda la geografía teatral, siendo vigente aún en la actualidad.


Sin embargo esto aún tardaría en producirse; así, en el caso español, el sitio habitual en el que se desarrolló buena parte del teatro del siglo de oro fueron los “Corrales de Comedias”. Los corrales eran los patios interiores que separaban – o unían- las casas de vecinos en España.
Adosado al fondo del patio se colocaba un tablado elevado en el que tenía lugar la representación. A los lados del escenario se construían gradas y aposentos para gente principal, incluso un lugar especial para las mujeres llamado “cazuela”.


El centro del corral era utilizado por el pueblo que seguía la representación de pie; también se utilizaban las ventanas y balcones de las casas como palcos para gentes con posibles. El local estaba desprovisto de tejado aunque, en ocasiones, se llegó a construir un tejadillo para proteger la escena y, con el tiempo, se dotó al patio de toldos para proteger del sol y del exceso de luz.


La estructura del teatro isabelino era similar, aunque el espacio aprovechado solía ser el patio descubierto de las grandes posadas. Esta estructura fue respetada en los primeros edificios construidos expresamente para teatro; su planta era poligonal tendiendo a circular.


Constaban del patio central; alrededor del tablado adosado a la pared del fondo si situaba el público de pie  y en las galerías el público sentado.


Alguno de estos teatros llegó a tener una capacidad próxima a los dos mil espectadores, siendo el caso más representativo el Globe por ser el recinto utilizado por Shakespeare y su compañía.


Avanzado el tiempo comenzaron a construirse teatros con techado y con asientos para todos los espectadores, dando lugar al teatro “a la italiana”.


FUENTES:

https://docs.google.com/document/d/1793Uno3HZGSCrTKgEY2TWNVfzwvrhm8BZpxm7m5rYog/edit

http://es.scribd.com/doc/178581924/Trabajo-Practico-04-RENACIMIENTO

http://www.danielcinelli.com.ar/archivos/Obras/Tercer_nivel/Comedia_del_arte/Material_adicional/Renacimiento_italiano_comedia_del_arte.pdf

http://arteescenicas.wordpress.com/2009/11/22/unidad-didactica-ii-3-teatro-renacentista/

 

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